jueves, 2 de junio de 2016

Lo que aprendí sobre culillos delicados y pieles atópicas

   Cada vez son más los casos de niños y bebés con pieles atópicas en diferentes grados. Aunque pieles sensibles las ha habido de toda la vida, hay quien asocia este creciente fenómeno con los productos que usamos para nuestros peques (jabones, cremas, lociones...) que contienen ingredientes que aunque aseguran ser seguros, suaves y respetuosos con la delicada piel de los bebés, a corto o largo plazo generan problemas de sensibilidad e incluso alergias.

   Hoy en día se va optando más por utilizar productos muy naturales, de composición muy simple, y sin abusar, puesto que si bien es beneficioso que nuestros peques tengan la piel hidratada, tampoco hace falta estar todo el día encremándolos hasta que estén más resbalosos que un lenguado.

   Para el cambio de pañal hace tiempo que se dejó de aconsejar utilizar polvos de talco, que pretendían proteger la piel de la humedad pero la resecaban mucho, y en su lugar se usan las llamadas cremas o barreras antihumedad para culete, o pastas al agua.

   Este tipo de cremas no son aconsejables si se usan pañales de tela, ya que interfieren con la capacidad de absorción de éstos y pueden terminar ocasionando fugas e irritaciones. Si se usan este tipo de pañales es preferible no aplicar ningún tipo de crema o aceite, o en todo caso aplicar algo que sea de absorción muy rápida.

   Pero aunque se tengan todo tipo de precauciones, nos podemos encontrar con que nuestro peque sufre un brote de dermatitis atópica, bien localizada en la zona del pañal, o bien en otras zonas del cuerpo.

   En el caso de que la irritación se concentre en la zona del pañal, debemos evitar que la zona esté húmeda. El primer frente que vamos a abordar es el pañal en sí, ya que puede que lo que esté ocasionando ese brote sea algún producto de la composición del mismo al que nuestro bebé muestra sensibilidad.

   Los pañales desechables están hechos de celulosas y otros materiales más revolucionarios, pero quizá no tan delicados, y pueden contener restos de químicos derivados de su elaboración que también pueden ser responsables de causar dermatitis, o tal vez la absorción no es la óptima.

   Lo primero que habría que hacer sería probar otras marcas, y sobre todo, cambiar con mucha frecuencia, sin esperar a que el pañal pese.

   Muchas mamás y papás encuentran la solución a la piel delicada de la zona del pañal de su bebé en los pañales de tela, pero siempre probando antes ya que los hay de materiales más naturales como el bambú, o de microfibra sintética, y a algunos niños les van bien unos y a otros les van mejor otros.




   Cuando nos ponemos a comparar el precio de un pañal de tela con el de uno desechable, lo cierto es que nos puede parecer una diferencia abismal, ya que estamos hablando de unos céntimos frente a en torno a 30 euros en caso de las marcas más punteras, pero claro, éstas no sólo es que permiten reutilizar el pañal las veces que sea necesario hasta que el precio se equipara, sino que apenas pierden calidad con los lavados, al contrario de lo que ocurre con algunas marcas de pañales de tela más baratos.

   Sin embargo, la inversión inicial nos sigue dando dolor de hígado (que está la cosa muy mala), así que nos sentimos tentados a adquirir un pack de 10, 20 o 50 pañales, y en mi opinión personal, lanzarse a comprar tantísimos pañales de una misma marca o modelo sin haberlo probado antes con nuestro bebé es un error, puesto que tanto el material como el sistema de pañal (no olvidemos que existen muchos tipos de pañales de tela) puede no ser el que mejor nos convenga, por comodidad, ajuste o resultados sobre la piel del bebé. También existen proveedores que ofrecen lotes de prueba a precios bastante interesantes.

   En caso de brote de dermatitis del pañal, lo ideal es dejar la zona al aire el mayor tiempo posible, siempre que nos lo podamos permitir, claro, que nuestros peques paseen el plan comando por la casa o por el jardín (el que tenga la suerte de tenerlo), si es que el tiempo acompaña, lo cuál ya de paso los va preparando para el control de esfínteres.

   Otro cuidado para esta zona sería disminuir o eliminar en la medida de lo posible el uso de toallitas, lavando la zona con agua tibia tras cada cambio de pañal y secando a toquecitos con una toalla.

 
 Aquí os dejo unos consejos de la página http://blogs.sefac.org/rincon-linimento/dermatitis-del-panal


   Si la dermatitis aparece en otras zonas del cuerpo, hay una serie de cuidados que podemos probar para mejorarla o prevenirla. En primer lugar, disminuir la frecuencia de baños, ya que los bebés no sudan como los adultos, y si no se han ensuciado durante el día, no es necesario lavarles a diario, ya que al hacerlo eliminamos la barrera natural de protección de la piel, y tendemos también a resecarla.

   Durante el baño, se desaconseja tanto el agua a temperatura muy elevada (mejor templadita) como el uso de esponja (aplicaríamos el jabón con la mano), por muy suave y natural que sea. Y optar o bien por productos muy naturales y de composición simple, como ya dije en un principio, o bien por aquellos que son específicos para pieles atópicas.

   En nuestro caso, teníamos muchas ganas de que nuestra Gansi dejara de usar productos específicos para bebés, puesto que los de niños más mayorcitos tienen dibujos, diseños, colores y perfumes muy llamativos, pero al comenzar a usarlos vimos la dermatitis de nuestra peque bastante agravada, así que regresamos a los productos suaves.


 Quizá la elección del color no fue la más afortunada...


   De momento su caso no llega a ser severo, pero aún tiene brotes esporádicos, aunque cada vez más controlados.

    Para casos ya muy severos, y siempre bajo prescripción médica, se pueden usar corticoides.

   Otra cosa que nos ha funcionado muy bien es usar ropa 100% algodón (por muy atractiva que sea la licra y por muy versátil que sea el poliéster), y si es ecológico, mejor.

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