jueves, 21 de mayo de 2015

¿Se puede elegir el sexo del bebé?

   ¿A qué embarazada no le han preguntado, al anunciar su preñez, si prefería que su bebé fuera niña o niño? Ya de por sí la pregunta me parece un poco improcedente, ya que la mayor preocupación de unos padres es que su bebé nazca y que esté sano, lo de si es niño o niña suele ser irrelevante, lo van a querer igual. Aunque sí es cierto que, aparte de que en el mundo tiene que haber de todo, hay familias a las que les haría especial ilusión un sexo u otro, por ejemplo, esta a madre de 6 varones casi le da un infarto de la alegría que le entró cuando se enteró de que esperaba una niña.




   Antiguamente el hijo varón era una bendición, era el que mantenía el apellido y posiblemente el que continuaba con el negocio familiar. En el caso de la familia real, era el heredero. La mujer se sentía en la obligación de darle a su marido un hijo varón, como si dependiera de ella, e inclusive llegaba a disculparse si finalmente era niña.

   Cuando yo nací, los parientes del pueblo de mi padre se alegraron por él, pero era en plan “bueno, no pasa nada, el próximo será el varoncito”, y al nacer mi hermana a poco le dieron el pésame. Y es que se da por sentado que el que tiene un niño querrá que el siguiente sea niña y viceversa, para tener la parejita, sobre todo desde que se empezó a extender la condición de tener dos hijos de media por pareja, así que si te venían dos del mismo sexo ya te resignabas con eso, o a lo mejor se encargaba un tercero, y se solía pensar que era porque iban a por el niño o la niña según el caso.

   Pero pese a esto hay muchas personas que prefieren que todos sus vástagos sean del mismo género, para aprovechar la ropa o simplemente porque tengan entre ellos esa complicidad especial que se tiene, por ejemplo entre hermanas.

   Y en caso de preferir un bebé niño o niña... ¿Realmente es posible? ¿Hay alguna manera de elegir el sexo de nuestro bebé? ¿Hay algún método para tener un “bebé a la carta”?

   Pues conozco varios, que ahora os voy a contar, pero sobre algunos de ellos opino lo mismo que sobre los métodos de predicción del sexo del bebé una vez que la mujer está embarazada: que si funcionan es porque tienen el 50% de probabilidades de acertar, y 50 es mucho, oye o aciertas o fallas, o es niño o niña, no hay más.

   Ya sabéis a qué métodos predictivos me refiero: la forma de la barriguita, los síntomas de la embarazada (molestias, manchas, vello, náuseas, ardores), el método de sentarse en una silla que tiene un cojín en el que debajo puede haber un cuchillo (sería niño) o si te sientas en el otro que tiene debajo unas tijeras es que es niña, la aguja anudada al hilo o cadenita que hace sobre la mano movimientos pendulares si es niño o en círculo si es niña, cerrar el puño y si al lado del meñique nos sale un pliegue que sobresale tendremos un niño...y muchos más métodos sin base científica alguna, y que como ya he dicho, funcionan al 50% de probabilidades.

   Pues bien, los métodos que conozco para concebir a la carta son los siguientes:

   La Tabla china. No sé de qué año data, ni si realmente es china, japonesa, koreana o indonesia (es más, yo pensaba que nuestro calendario por meses venía de los romanos, no de los chinos, que tienen otro diferente), y en ningún momento pretendo poner en duda la sabiduría ancestral asiática, pero se trata de una tabla que te dice que según el mes del año en que concibas y la edad que tengas en ese momento tendrás niño o niña. Para empezar, no se explica cómo se da el caso de mellizos de distinto sexo, y ya he conocido casos en que esta predicción ha fallado, y sí, hemos contado con el dato de que lo que hay que mirar es la “edad lunar” de la mujer. Pero ¿cómo va a influir en absoluto el mes de la concepción? Las condiciones ambientales de un mismo mes son distintas según el punto del planeta en el que estemos, por no hablar de lo que varían los datos astrológicos, y bueno, no me voy a poner a buscar todos los datos científicos que desmontarían esta teoría, porque seguro que algo encuentro que la ciencia no es capaz de explicar, pero a mí realmente no me parece que tenga mucha lógica. También hay una Tabla Maya, que se basa en la misma premisa de la edad y el mes de concepción, y resulta que ambas tablas no coinciden en algunos puntos, así que en éstos sería algo así como chinos vs mayas ¡fight!


 Tabla china del embarazo


Tabla maya


   El momento de la concepción. Se dice que los espermatozoides masculinos son más rápidos e inestables que los femeninos, ya que el cromosoma X (femenino) es más grande y pesado que el Y (masculino). Mira, por lo menos éste le trata de buscar la explicación científica. Si esto fuera así, los espermatozoides masculinos serían los primeros en llegar al óvulo, y si aún no hemos ovulado, también morirían los primeros dejando paso a los a los femeninos. Por tanto, si concebimos el mismo día de la ovulación tendríamos niño y si lo hacemos un par de días antes tendríamos niña. Seguro que conocéis a alguien que asegura que concibió el mismo día de la ovulación y tuvo niña, o alguien que concibió una semana antes de su supuesta fecha de ovulación, pensando que estaba en su momento no fértil, y los pocos días se le adelantó la ovulación y de la “escurriaja” de espermatozoides que según este método debía quedar para entonces (supuestamente todos femeninos), el óvulo lo pilló uno masculino.

   La alimentación (método Baretta). Parece ser que una determinada alimentación podría hacer la membrana del óvulo más permeable a espermatozoides femeninos o masculinos, además de modificar el pH de la mucosa vaginal haciéndolo más propenso a la supervivencia un tipo de espermatozoide u otro. Según este método, una proporción elevada de potasio y sodio en la dieta, acompañada de una disminución del calcio y el magnesio, favorece los espermatozoides Y, es decir,la concepción de un niño, y lo contrario para niña. La verdad es que por muy cierto que sea esto, habría que llevar a cabo una dieta muy especial y estricta, que no estoy segura de que fuera saludable de mantener mucho tiempo.

   Selección de embriones. Éste para mí es el método más heavy, porque sí que funciona sin que nadie lo pueda poner en duda, pero lo de seleccionar embriones a mí personalmente me da muy mal rollo, aunque respeto a quien lo haga por los motivos que sea, especialmente si son relacionados con la salud.

   Y ahora la pregunta del millón: si pudieras elegir con total garantía de acierto el sexo de tu bebé... ¿lo harías o lo dejarías al azar?



2 comentarios:

  1. Yo entiendo quién elige para evitar una enfermedad asociada al sexo. Por gusto, pues como que no.
    Yo tengo dos niñas y la tercera en camino, y siempre me dicen que ya a la siguiente el nene ¿y si quiero otra nena o ninguno más?

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    1. Exacto mavaca! yo respeto quien quiera "elegir" el sexo de su bebé, pero particularmente no lo comparto. Es verdad que la gente da por sentado que todo el mundo quiere la parejita, pero realmente hay quien no sólo no le importa sino que prefiere que sus hijos sean del mismo sexo.
      Y con lo bonito que es que decida la suerte!
      En tu caso te felicito inmensamente por tus nenas, y te diré que la complicidad que van a tener entre ellas va a ser especial, y a la gente ni caso!
      Un abrazo y gracias por comentar!

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